Cerca de 735 millones de personas siguen padeciendo hambre hoy en día. 148 millones de niños menores de cinco años padecen retraso del crecimiento y 45 millones desnutrición aguda.
Mientras que la desnutrición afecta a más de la mitad de la población, el cambio climático es una amenaza adicional para la seguridad alimentaria de las poblaciones más vulnerables. Las sequías, las inundaciones y los fenómenos meteorológicos extremos tienen un impacto directo en las comunidades.
No obstante, existen soluciones eficaces. Acción contra el Hambre lleva a cabo intervenciones en materia de salud y de nutrición para mujeres y niños con el fin de romper el círculo vicioso intergeneracional de la desnutrición.
Acción contra el Hambre presta especial atención a la formación de los trabajadores locales con el fin de garantizar la autonomía de las misiones de gestión y tratamiento de la desnutrición a nivel nacional. Por otra parte, tenemos en cuenta la calidad y la naturaleza de los cuidados prestados a los niños dentro de las familias y de la comunidad. Por tanto, nuestros programas incluyen el fortalecimiento de las prácticas de cuidado infantil y de la relación entre padres e hijos, que permitan que los niños se desarrollen física y mentalmente.
Comprender las causas profundas de cada crisis que conduce a la desnutrición es esencial para diseñar y aplicar un programa de alimentación eficaz. Acción contra el Hambre aprovecha toda su experiencia técnica en nutrición y salud, en seguridad alimentaria y en agua potable y saneamiento para analizar lo mejor posible cada situación y permitir que los pacientes recobren una buena salud.
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